Ser prudente tiene un sentido más amplio que el de prevenir peligros. Es una cualidad que nos permite actuar de forma justa y adecuada, con moderación, previsión, reflexión y sensatez, requiriendo de buen juicio, templanza y de conocimiento suficiente.

Los egipcios representaban a la prudencia con una serpiente de tres cabezas (de león, de lobo y de perro). Se decía que un individuo era prudente cuando tenía la astucia de las serpientes, la fuerza del león, la agilidad de los lobos y la paciencia de los perros.

En estos momentos de incertidumbre, te preguntarás cómo tomar buenas decisiones sobre esos planes que quedaron paralizados. Ahora todo son dudas. ¿Espero un mejor momento? ¿Tengo otras alternativas? La virtud de la prudencia nos permitirá tomar decisiones más acertadas, pero necesitará acompañarse de la suficiente experiencia y conocimiento para actuar acertadamente en cada circunstancia.

En la antigua Roma, usaban el vocablo Consilium, consejo, para denominar las reuniones de deliberación, pues no se concebía una deliberación solitaria, dado que cualquier asunto requiere analizar y valorar multitud de matices.

Desde Aristóteles hasta Tomás de Aquino, se ha considerado una virtud del hombre prudente el buscar el consejo de quien esté en condiciones de emitir un juicio más certero sobre las cosas, reduciendo la probabilidad del error en la decisión, siendo una actitud imprudente el decidir sin contar con las personas con mejor criterio.

Todos tenemos sueños, planes y metas por cumplir, y con la actual situación no sabemos si muchos de nuestros proyectos podrán seguir adelante, si tendremos que cancelarlos o posponerlos. Emprender un nuevo negocio, jubilarte, realizar una donación a tus hijos, etc. ¿Por qué no buscas consejo profesional para ayudarte en la toma de decisiones sobre tus objetivos y proyectos?

Un buen consejo te puede facilitar actuar más acertadamente, con una mejora del razonamiento considerando los pros y contras, un análisis global del entorno y tus circunstancias personales, el planteamiento de los distintos escenarios, y las opciones que más te convienen.

Esta etapa acabará cerrándose. Retoma tus proyectos con prudencia sin olvidar el refrán: “El buen consejo, no merece menosprecio”.

Artículo publicado en el Diario Sur, 19 julio 2020. Suplemento «Dinero y Empleo».

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