La paciencia es la facultad de saber esperar, soportando los contratiempos y dificultades que puedan surgir para conseguir algo que se desea. Santo Tomás de Aquino la relacionaba con la virtud de la fortaleza, porque facilita la espera sin distanciarte de la recta razón.
El famoso inversor Warren Buffett pensaba que la bolsa es un mecanismo por el cual se transfiere dinero del impaciente al paciente.
La historia nos enseña que los inversores pacientes pueden ganar las batallas emocionales que las tormentas bursátiles generan de vez en cuando, y acaban consiguiendo mejores resultados que los que intentan acertar el mejor momento para comprar o vender.
En el ejercicio 2020, pudimos observar cómo las carteras globales y bien diversificadas cerraron el año en positivo superando las grandes caídas en el inicio de la pandemia. Este 2021, las bolsas cerrarán con resultados superiores a lo esperado por la mayoría, remarcando la paciencia como una virtud necesaria para gestionar nuestro patrimonio.
Para el nuevo ejercicio observamos escasas opciones de rentabilidad en renta fija y liquidez, prefiriendo tener algo más de exposición en renta variable. Aunque las bolsas no están especialmente baratas, los beneficios de las empresas han crecido más de lo que han subido sus cotizaciones, pudiendo continuar una senda alcista acompañando unas tasas de crecimiento económico algo más moderadas, pero apoyadas por el impulso fiscal, gracias al plan de infraestructuras en Estados Unidos y al fondo de recuperación europeo.
Sin embargo, el mensaje de los principales bancos centrales empieza a endurecerse ante la evidencia de una inflación que se muestra más persistente de lo previsto, esperando un menor apoyo de la política monetaria.
No sería extraño que nos enfrentemos a un nuevo ejercicio algo más volátil del que estamos despidiendo. Habrá que ser más prudentes, con estrategias que diversifiquen mejor y permitan coberturas, con carteras más expuestas a bolsa, sesgadas hacia la calidad y exposición global, frente a la renta fija y liquidez.
Sin duda, necesitaremos ser pacientes, y como decía un viejo refrán, esperar lo mejor, prepararnos para lo peor y sacar provecho de lo que venga.
Artículo publicado previamente en Diario Sur, el 20 dic 2021 por el mismo autor, Rafael Romero.