Aristóteles creía que la excelencia es un hábito. Para él, los hábitos constituían el carácter, la segunda naturaleza, ya que la virtud humana y los vicios son hábitos que surgen como consecuencia de la práctica y el aprendizaje.

Hoy sabemos que nuestro cerebro intentará convertir todas nuestras rutinas en acciones que permitan usar la menor energía y esfuerzo posible. Siendo conscientes de que la calidad de nuestra vida dependerá en buena medida de la calidad de nuestros hábitos, merece el esfuerzo introducir nuevas conductas que se repitan el suficiente número de veces para convertirse en una acción automática, en un mejor hábito.

James Clear, autor de “Hábitos Atómicos”, cree que sobreestimamos la importancia de los grandes cambios y reducimos el valor de las pequeñas mejoras cotidianas.

La realidad es que muchos pequeños cambios cotidianos, de por ejemplo un 1%, pueden obtener resultados extraordinarios mantenidos en el tiempo.

Cuando nos planteamos metas financieras para abordar nuestros proyectos vitales, la clave del éxito vendrá alineada a buenos hábitos financieros en el presente que generen pequeñas ganancias en las cotidianas batallas de consumo, ahorro e inversión, no en acontecimientos que puedan desencadenar un gran cambio.

Pequeños cambios que poco a poco se conviertan en hábitos son más fáciles de implementar, pero para convertir estos cambios en comportamientos duraderos, necesitamos un plan específico que facilite su valoración y ejecución con una implementación sencilla, permitiéndonos la satisfacción de ir avanzando y reforzando también el cambio de conducta.

Necesitamos planificar nuestras finanzas personales controlando y mejorando los ingresos y gastos, limitando las deudas, afrontando planes sistemáticos de ahorro e inversión, diversificando patrimonialmente y manteniendo un colchón de liquidez para imprevistos.

Créanme, debemos añadir adicionalmente el hábito de aprendizaje continuo en materias básicas de educación financiera que nos permitirá obtener los conocimientos y herramientas para tomar mejores decisiones, y facilitará la mejora paulatina de nuestra salud y estabilidad financiera en el corto, medio y largo plazo.

Quizás necesites un acompañante en el proceso, pero recuerda que acumular pequeños cambios generan resultados extraordinarios. Hoy es un buen momento para empezar.

Artículo publicado por el mismo autor, Rafael Romero, en el Diario Sur el lunes 6-12-21