Cierto es que cada vez hay menos inversores dispuestos a comprar deuda pública porque la masiva emisión de papel hace pensar que la rentabilidad tendrá que ir subiendo para captar más inversores, además de que la salida futura de la crisis irá reconduciendo los tipos a niveles más altos.
Pero una realidad, es que en el mercado de CDS hay menos entidades ofreciendo coberturas que en el pasado, y en una punta de demanda, los costes aumentan. Los inversores se muestran más cautos con sus inversiones en la zona euro y sus mecanismos de riesgo les exigen reequilibrar sus carteras, vendiendo o pagando una cobertura. Muchos inversores prefieren pagar una prima por cubrir la cartera unos años, repartiendo el coste contablemente durante la vida del seguro, que vender el bono, con otras repercusiones financieras.
Hemos vivido un fuerte ataque especulativo de Hedge Funds contra el euro y la deuda de algunos estados con mayores desequilibrios, pero ellos saben, los especuladores, que el nivel de deuda y la forma de gestionarla no ponen en peligro la solvencia y sostenibilidad de España. Su trabajo es buscar fisuras y hacer dinero. No hay muchos más criterios. La falta de medidas extraordinarias facilitan su oficio. Estas son las reglas del juego y debemos de conocerlas.
El coste de cubrir el riesgo de impago de los bonos del Estado Español es más alto que los del Banco de Santander. ¿Se cree usted que el Banco Santander tiene más posibilidades de pagar su deuda que el Estado Español? A veces se producen estas situaciones absolutamente ridículas en los mercados, que pueden ser aprovechadas si mantenemos la calma. Las amenazas para unos, suelen ser una oportunidad para otros.