hola

La filosofía “Do it yourself”, hazlo por ti mismo, es una tendencia que te invita a hacer cosas que antes nos hacían otros. Nos venden que es una evolución que abarata el servicio, pero la realidad es que a menudo es incómodo, y tendremos que asumir la responsabilidad de nuestros propios desaciertos, como Juan Palomo.

“Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como”, es una popular cita cuyo origen está en una de las poesías burlescas de Quevedo del siglo XVII sobre un supuesto Rey Palomo, y suele referirse a la persona que prefiere solventar él mismo sus asuntos.

En el mundo financiero, el “hazlo por ti mismo” invita a que seas tu propio “médico” financiero, te diagnostiques tus problemas y necesidades, definas los productos y posología para resolverlos y hagas, finalmente, el seguimiento del tratamiento.

Algunas personas aprovechan los consejos generalistas de medios de comunicación, redes sociales, webs especializadas, conferencias y otras diversas opciones, para intentar resolver sus particulares necesidades de inversión sin la intervención y consejo de un profesional especializado, política que usualmente conlleva peores rendimientos de los esperados.

También existe la creencia infundada de que un método contado en unas horas facilita una ganancia sencilla en breves periodos de tiempo emulando a El lobo de Wall Street, pero la realidad es dura: la mayoría pierde dinero, especialmente si deciden operar en el corto plazo con productos apalancados y activos de elevada volatilidad.

Otras muchas personas, por falta de confianza, cultura financiera o experiencia inversora, o una combinación de estas, prefieren no tomar decisiones sobre la planificación y gestión de sus finanzas, ni solas ni acompañadas, esperando que la solución llegue en algún momento, mientras que el paso del tiempo minora su patrimonio.

En general, un inversor que se autoprescribe financieramente, suele diagnosticar incorrectamente sus necesidades, confía en exceso en sus conocimientos e infraestima los efectos secundarios de los productos, que quizás no lleguen en las primeras tomas, pero probablemente sí lleguen si hace un uso continuado.

El proceso de desintermediación bancaria ha supuesto la canalización de la mayoría del ahorro financiero de las familias y empresas directamente hacia los mercados financieros, bien de forma directa o a través de vehículos de inversión colectiva y seguros, y otros tipos de productos más complejos cuya comprensión se hace cada vez más difícil.

Relacionarte con los mercados financieros no es tarea fácil y un profesional puede ayudarte, igual que un buen abogado o médico, porque un uso inadecuado puede conllevar graves reacciones adversas, financieras y emocionales, imposibilitando a menudo resolver tus problemas a medio y largo plazo.

Artículo publicado en el Diario Sur, suplemento Dinero y Empleo el domingo 24 de marzo.

No hay texto alternativo para esta imagen