salud 2Observar en qué dirección se dirige el mundo y tratar de capturar ese crecimiento potencial invirtiendo parte de nuestras carteras de inversión en temáticas que podamos tener un mayor grado de certeza en el largo plazo, tiene mucho sentido.

Queremos vivir más y mejor. La mayor conciencia de tener una vida más saludable y el efecto de la demografía y las nuevas clases emergentes, ofrecen actualmente un potencial más visible a los sectores vinculados con la salud.

La salud es lo más importante para el 91% de la población, según las encuestas. Los países con una cultura de vida más saludable y que más invierten en la salud de sus ciudadanos figuran todos entre las 10 naciones más felices del mundo.

El gasto actual en el cuidado de la salud es aproximadamente un 16% del PIB en el mundo, y subiendo por la demografía. Solo en Europa unos 100 millones de personas son mayores de 65 años y la cuarta parte tiene más de 80 años.

Se estima que tres de cada cinco personas mueren de una enfermedad crónica. Así mismo, la obesidad se ha convertido en una nueva epidemia, con una de cada cinco personas con sobrepeso y unos 400 millones de personas con diabetes, cifra que en 20 años puede duplicarse.

Aunque sabemos que la alimentación y el ejercicio son los elementos prioritarios para mantenerse saludables, los cambios de hábitos son difíciles. Sin embargo, esta preocupación por la salud y la longevidad es uno de los factores que impulsan el gasto en la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer y la diabetes, principalmente.

Se está impulsando las llamadas ciencias de la vida, que incluyen aquellas ramas de investigación científica y de ingeniería que se ocupan de los procesos y estructuras de los organismos vivos, así como el uso de la tecnología en el diagnóstico y tratamiento. Desde la decodificación del genoma humano en 2003, nuevos campos de investigación ofrecen un futuro mejor.

La necesidad de medicamentos mejores, más específicos y eficientes crece, para reducir los costes sanitarios. La biotecnología, gracias a biología molecular y la ingeniería genética, está impulsando el desarrollo de terapias cada vez más focalizadas que ofrecen enormes beneficios potenciales para la salud en pacientes con cáncer, y otras muchas enfermedades graves.

Invertir en las empresas que se sitúan a la vanguardia de la innovación médica, desarrollando nuevas tecnologías y medicamentos, pueden resultar muy rentables, y protegernos frente a ciclos macroeconómicos adversos, gracias a una idiosincrasia propia motivada más por los avances en ciencia y no tanto por el devenir de los mercados globales.

Artículo publicado hoy en el Diario Sur el 24 de febrero 2019 en su suplemento de Dinero y Empleo