Hay consenso en los beneficios de la diversidad en la sociedad y empresas por el efecto de la inteligencia colectiva, la que surge a partir de la colaboración de diversos individuos.

Según el especialista y profesor de la Universidad de Michigan Scott Page, en un mundo que está afrontando desafíos cada vez más complejos, la «diversidad gana a la habilidad».

Según su teorema de la habilidad-diversidad, la capacidad de un grupo de hacer predicciones depende en igual proporción de la habilidad de sus miembros y de su diversidad. Cuando necesitamos resolver un problema de manera más creativa, Page demuestra que la diversidad pondera más que la habilidad.

Esencialmente, es la diversidad cognitiva asociada a las estructuras mentales que las personas usamos para resolver problemas lo que facilita la mejora de las decisiones y resultados en un equipo, al tener una mayor pluralidad de conocimientos, perspectivas, interpretaciones, modos de generar soluciones e inferir causas y efectos.

Page sostiene también que «la multidimensionalidad del momento actual hace difícil que una persona sea capaz de entenderlos en su integridad».

En términos de gestión de nuestras inversiones, a veces los inversores asocian su patrimonio a sus propias decisiones o al talento de un reconocido gestor, pero cada vez es más importante reducir el riesgo de desaciertos en tus modelos de pensamiento.

Cuando tomamos decisiones en entornos de incertidumbre y con una siempre incompleta información, usamos atajos mentales para tener respuestas rápidas a problemas complejos, dificultando un cambio de planteamiento cuando las circunstancias o el entorno cambian, y el poder alcanzar resultados consistentes.

En el mundo de las inversiones, este riesgo es el llamado riesgo gestor, y podemos limitarlo a través de la inversión en los denominados fondos de fondos, que, al combinar en la misma cartera una variedad de fondos gestionados con distintas visiones, estilos, procesos y sesgos, favorece extraer el máximo partido a una idea de inversión con un menor riesgo.

Por otro lado, la gestión de los fondos de fondos es más flexible y dinámica al realizarse, normalmente, por equipos de especialistas de distintas clases de activos, que facilita alcanzar mejores decisiones y resultados más sostenibles, gracias a un rendimiento intelectual mejorado frente a un solo decisor.

Finalmente, las mejoradas ventajas fiscales de los fondos de fondos frente a otras alternativas de gestión de carteras o de inversión directa, unido a la mayor transparencia para el inversor, tanto en costes como en su desempeño, le convierten en la mejor opción de inversión.

Recuerden siempre la cita del fundador de McDonald’s: «Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos».

Artículo publicado en diario Sur, suplemento Dinero y Empleo. Domingo 19 enero 2020

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