La pandemia ha mostrado la fragilidad de multitud de empresas, pero podemos trabajar lo que Nassim Taleb denomina «antifragilidad», el concepto opuesto. Lo frágil necesita tranquilidad, orden y previsibilidad, pero lo antifrágil, que es algo más que robusto, reacciona ante los contratiempos, beneficiándose del desorden, del riesgo y la incertidumbre.
¿Cómo mejorar mi antifragilidad?, ¿cómo conseguir ser invencible en el futuro? No existe la receta perfecta. Taleb nos recuerda que la motivación para reaccionar es difícil de conseguir con una situación de comodidad, seguridad y previsibilidad. A más variabilidad, siempre estaremos mejor preparados para superar el perjuicio de sucesos improbables en el futuro.
En ‘La empresa invencible’, Alex Osterwalder nos plantea la necesidad de una cultura empresarial que asuma que nada es definitivo, que los gustos cambian y las tendencias aparecen y desaparecen, debiendo asumir que los consumidores quieren que los sorprendan sin cesar y no podemos predecir casi nada de lo que nos acontece.
Esto nos obliga a entender que no hay un único modelo de negocio posible, universal o atemporal, que a veces hay que reinventarse para ser eternamente joven. Para Osterwalder, ser invencible es más que un lugar donde llegar, es una aspiración, es un duro camino que debemos transitar.
Un consejo del citado libro es la de ser ambidiestro explorando y explotando, donde la innovación aplicada a la exploración del futuro convive en armonía con la explotación sobresaliente en el presente. Intentar mantener tu relevancia reinventándote antes de tu obsolescencia, y en muchas ocasiones trascendiendo los límites de tu sector y disrumpiendo los de otros, explorando constantemente nuevas formas de crear valor en torno a las oportunidades de mercado existentes.
No te des por vencido. Estas ideas pueden lograrse, y muchas empresas de éxito lo están consiguiendo, combinando varios modelos de negocio a la vez, explorando y explotando, como Apple, Amazon o Tesla, entre muchas otras de la vieja y nueva economía que avanzan hacia esa dirección, ofreciendo interesantes oportunidades de inversión a los gestores más activos.
Procure sobrevivir y confíe en la idea de Nietzsche: si esta crisis no nos mata, nos hará más fuertes.
