En Narrativas económicas, el Premio Nobel Robert J. Shiller nos explica cómo determinadas narrativas e historias populares, pueden tener una propagación viral difundidas a través del boca a boca, medios de comunicación y redes sociales afectando a las decisiones de ahorradores e inversores y, en general, a los distintos agentes, influenciando la evolución económica general.
La influencia de los mitos utilizados por los medios para presentar las noticias y el poder de las redes, impactan en el contagio del virus narrativo, posibilitando que personas de ideas afines se encuentren y refuercen mutuamente sus creencias, acentuando resultados económicos inesperados.
Por ejemplo, las narrativas económicas relacionadas con el sector inmobiliario condujeron a la Gran Recesión de 2007-2009 por las historias que alimentaban una visión de crecimiento constante del valor de la vivienda. En inversiones financieras, las narrativas influyen en el ánimo inversor y pueden generar multitud de seguidores con un efecto bola de nieve que en este periodo de pandemia hemos visto en temáticas de moda o activos especulativos y muy volátiles sin una comprensión del precio justo.
Shiller, en su libro, comenta la narrativa del bitcoin, que evoca historias de jóvenes cosmopolitas que rompen con los burócratas sin imaginación, en una historia de riqueza, desigualdad, avances en la tecnología y terminologías misteriosas e impenetrables. Una narrativa con los ingredientes de ser viral y que ha hecho multiplicar su precio por siete en el último año.
Normalmente, suele ser peligroso invertir en activos muy populares con muchos inversores que se mueven juntos hacia la misma dirección con comportamiento de rebaño. Seguir al rebaño, a menudo, provoca comprar cuando los precios están ya demasiado altos y vender cuando los precios están muy baratos, una ilustración perfecta de cómo se han formado distintas burbujas en la historia económica y su pinchazo posterior, ya sea de tulipanes, acciones de internet o inmuebles.
Cuando vayamos a decidir sobre nuestro patrimonio, recordemos que estamos expuestos a las narrativas, y estas pueden ser armas de distracción masiva, alejándonos de un plan de ahorro e inversión que debería estar alineado siempre con nuestras verdaderas necesidades y objetivos.
Artículo publicado en el Diario Sur el 22 febrero 2021