Está de moda preocuparnos por la economía, y el miedo a la estanflación es el nuevo combustible para mantener la tensión y los clics en los medios, tras no afectar al mundo la enésima apuesta negativa, esta vez de una inmobiliaria en China.
El concepto de estanflación se aplica en una situación económica que simultanea un alza en los precios, una subida del desempleo y una situación de estancamiento en el crecimiento que pudiera llevarnos a una recesión.
Sin duda, una situación de difícil manejo que pudiera considerarse como un riesgo latente, pero no parece preocupar en el largo plazo a los bancos centrales e inversores financieros.
Lo que vivimos hoy no es comparable a la estanflación que se vivió en la crisis del petróleo en 1973, cuya alza en los precios produjo un fuerte aumento de los costes de producción y su traslado al resto de bienes, derivando en una reducción del consumo y una desaceleración económica que, a su vez, amplificó el desempleo.
El actual proceso inflacionista puede ser temporal, consecuencia directa de un fuerte crecimiento económico tras la pandemia, con elevado ahorro acumulado y gran demanda retenida que han impulsado el consumo y la inversión, generando tensiones en las materias primas como el petróleo y el gas, así como cuellos de botella en los procesos de fabricación y cadenas de suministro que irán resolviéndose más pronto que tarde.
Las fuerzas deflacionistas que han ido manteniendo la inflación a nivel global reducida son estructurales, y se mantendrán: fundamentalmente, la disrupción tecnológica, la automatización de procesos, la globalización y el envejecimiento poblacional.
Por otro lado, y a pesar del menor crecimiento en China, las recientes proyecciones del FMI son de un elevado crecimiento mundial -del 5,9% para 2021 y del 4,9% para 2022-, a lo que hay que sumar la recuperación del mercado laboral, lo que dibuja una situación muy alejada de la definición de estanflación.
Las bolsas siguen tranquilas y correlacionadas a los beneficios empresariales, que siguen manteniendo una dinámica muy positiva. Con carteras globales, diversificadas y de calidad, no convendría cambiar mucho los planes.
Artículo publicado el lunes 25 octubre 2021 en Diario Sur por el mismo autor, Rafael Romero https://www.diariosur.es/economia/empresas-malaguenas/miedo-estanflacion-20211025000412-ntvo.html