Desde hace 40 años, muchos tecnólogos han imaginado el futuro de Internet en el llamado metaverso, un proyecto de mundo virtual inmersivo que puede cambiar nuestro modo de interacción social, al converger el mundo físico y digital.
El reciente respaldo de Facebook, cambiando su nombre a Meta y anunciando miles de empleos y diez mil millones de inversión este año para liderar el metaverso puede facilitar su adopción más temprana. ¿Generará oportunidades económicas?
El metaverso podrá integrar internet de forma más fluida y personalizada en todos los aspectos de nuestras vidas, ya que podríamos estar constantemente viviendo experiencias en un mundo paralelo digital.
Aunque al principio podremos participar con dispositivos de realidad virtual con nuestro avatar -una representación gráfica que nos identifique– en eventos en cualquier parte del mundo, ya sea participando en juegos, en una reunión de negocios, disfrutando de un concierto o visitando museos y tiendas, en el futuro podremos tener sensores corporales que nos permitirán vivir experiencias absolutamente inmersivas.
El experto Matthew Ball cree que podría revolucionar no solo la capa de infraestructura del mundo digital, sino también gran parte del mundo físico, así como todos los servicios y plataformas sobre ellos, el cómo funcionan y qué venden.
Bloomberg Intelligence valora la oportunidad de negocio para el metaverso en 800.000 millones de dólares para 2024, y Ball ve siete categorías de empresas más afectadas: el sector del hardware, tecnología de la información, redes de telecomunicaciones, plataformas virtuales, herramientas y estándares de intercambio, servicios de pago y de contenido.
El avance tecnológico facilita la introducción de nuevos productos y servicios, y la mejora del rendimiento del capital. Además de las posibles oportunidades futuras del metaverso, que ya ha demostrado su capacidad de monetizar la venta de atuendos en Fortnite, un metaverso en el que jugar, seguimos con múltiples oportunidades gracias a la tecnología.
La mejora de la conectividad e infraestructuras, así como el mayor uso del análisis de datos, la inteligencia artificial o el aprendizaje automático podrán seguir impulsando los beneficios de las empresas de calidad en todos los sectores.
Artículo publicado por el mismo autor en el Diario Sur el pasado Lunes 22 noviembre 2021