Vivimos momentos complejos para una persona que no ponga a trabajar su patrimonio. Con cifras cercanas a un billón de euros de ahorro de las familias españolas en depósitos bancarios sin remuneración, la realidad es que su dinero vale mucho menos que hace tan solo un año, porque debemos asumir el efecto devaluador de la inflación.
Recordemos que el último dato de inflación en España ha sido el 9,8% y para el 2022 el Banco de España espera que la inflación media sea el 7,5%, para acercarse al 2% en los próximos ejercicios.
El actual entorno se denomina de represión financiera, un concepto que introdujeron en 1973 los profesores de Stanford Shaw y McKinnon, que favorece a los deudores y perjudica a los ahorradores.
La represión financiera penaliza con tasas de interés más bajas de las que habría en un mercado competitivo con altos niveles de inflación, con un efecto parecido a un impuesto. El éxito de la represión financiera radica en la ilusión financiera, al confundirse habitualmente la rentabilidad nominal y la realmente obtenida tras minorarse con el valor de la inflación.
Lo cierto es que al ahorrador conservador la fiesta le ha costado solo este año casi un 10% de pérdida de valor en términos reales. Y los más beneficiados son los estados, al devaluarse su deuda en igual porcentaje y mantener los tipos artificialmente bajos facilitando el pago de intereses.
Esta situación invita a asumir la incertidumbre, planificar nuestras finanzas con más rigor, con ayuda profesional, y dar el paso hacia la inversión para procurar generar rendimientos reales a nuestro patrimonio siempre que dispongamos de tiempo en nuestros distintos objetivos (ahorro para comprar una vivienda, estudios de hijos, complemento de la pensión pública, comenzar un nuevo negocio, etc.).
Pasar de ahorrador a inversor nos permitirá compensar los efectos de esta represión financiera, salvar el impuesto oculto al ahorro, y posibilitar la consecución de nuestras metas futuras. Si seguimos esperando un mejor momento, tendremos la absoluta certeza de ver devaluados nuestros ahorros. ¿A qué esperas?
Artículo publicado por el mismo autor, Rafael Romero, en Diario Sur el 11 abril 2022